Wednesday, July 26, 2006

Lluvias mil, calorías dos mil


Es común, parte de nuestra cultura, que cada vez que llueve TENEMOS que comer sopaipillas o alguna otra cosa calórica, chocolate caliente (mi mamá lo prepara increíble, con cáscara de naranja, canela, mmmmm), queque, lo que sea.
La consecuencia: la casa se llena de olor a fritura -guácala- , pero más allá de eso, se llena de olor a hogar, a casa habitada, a familia.
No hay nada mejor que llegar después de un día de trabajo, probablemente mojado, abrir la puerta de la casa y sentir el calorcito y el olor a algo rico, eso, sin duda, repone de un día frio, donde seguramente más de un auto nos mojó y más de una posa pisamos... nos cambia el día
Pero claro, cuando te vas a vivir solo, o te casas, las cosas cambian.
Por eso la otra vez fui tan feliz cuando me prepararon calzones rotos en un día de lluvia. Felipe los amasó y los puso a freir, se dio todo ese trabajo, finalmente le quedaron exquisitos!!

Thursday, July 13, 2006

Ñam, pescadito...

Éste es un blog de cocina, de preparaciones, de olores y sabores, de comida. Por eso trato y trato de recordar qué comíamos con mi abuelo, o qué le gustaba a él. Y ya lo sé: adoraba los pescados y los mariscos.
A mi hermano y a mí no nos causaba ninguna gracia cuando éramos chicos, porque cada vez que iba a visitarnos mi mamá preparaba caldillo de congrio o algo parecido. "Guácala" decíamos, ahora digo"ñam, que rico".
Y es que entre las muchas cosas que viví y aprendí con él, descubrí las ventajas nutritivas y gastronómicas de un buen plato de pescado o mariscos.
Lo pasábamos bien con él, tengo millones de recuerdos: cuando me compraba vestidos, cuando salíamos de paseo, me iba a quedar a su casa, cuando - ya más grande- no me dejaba salir sola. La última vez que lo ví más o menos bien, como hace un mes, me pidió que le escribiera la letra de un tango que él me fue dictando
Los últimos años estuvo enfermo, se le olvidaban las cosas, las personas, no podía caminar. Se fue, pero se fue acompañado por toda su enorme familia, lindo, tranquilo, en paz. No todas las personas de más de 90 años pueden hacerlo.
Se me fue el único abuelo que conocí, pero me dejó millones de lindos recuerdos, y me heredó su buen gusto por los pescados y mariscos. Hasta siempre...